Vladimir hofmann

Uno de mis temas favoritos es el “Viaje Interior”: un pequeño personaje camina dentro de una cabeza gigantesca - simbolizando la Humanidad: se cuestiona sobre su existencia y busca respuestas a preguntas existenciales - “¿Quiénes somos nosotros? ”“ ¿De dónde somos? ”,“ ¿Por qué? “.

Otro de mis temas es “El tren de la vida”: las ruedas suelen estar presentes en mis esculturas; evocan tanto el paso del tiempo como el mundo mecánico en el que nos movemos bien a pesar de nosotros mismos.

Cada uno de nosotros se embarca en el tren de nuestro destino. Desde esta perspectiva, cada una de mis esculturas es como el vagón del gran “tren de la vida”. Esta serie está relacionada con la observación de escenas de la existencia circundante. Mirando a nuestro alrededor, vemos que al mismo tiempo tienen lugar varios eventos y que las personas experimentan diferentes emociones, a menudo incluso contradictorias. Algunos expresan alegría mientras otros están sujetos a la melancolía, unos llegan, otros se van ...

Aquí hay una escultura: ruedas, rieles, una plataforma: las ruedas giran: es el viaje a través del tiempo y el espacio. Aquí un pintor, sentado en un taburete, trabaja en su estudio; allí, una joven se da una ducha ... ¿Quizás ella es su modelo? Arriba, un joven adolescente está descansando o contemplando la escena íntima ... Un grupo baila, un hombre solitario regresa a casa triste, una pareja se ama ... Un hombre se busca a sí mismo, se apresura, se escapa, luego de repente su carrera se detiene y se congela en el tiempo y el espacio por la eternidad.

Durante mis exposiciones utilizo proyectores que, dirigidos a las esculturas, imprimen sus sombras en las paredes. Esto es lo que yo llamo el "juego de sombras". Las sombras dialogan con las esculturas y las enriquecen, hablan a la imaginación. A veces las sombras, trepando por las paredes, ¡son incluso más elocuentes que las esculturas mismas! Entonces, las sombras son una parte integral de mi proceso creativo.

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Collages y siluetas

La escultura y la pintura son artes inherentemente diferentes. Yo personalmente lo siento así: la pintura me permite expresar y representar lo que la escultura es incapaz de hacer. Desde este punto de vista, mis pinturas se diferencian de mis esculturas hasta el punto de que nunca las expongo juntas.

Hay, sin embargo, un modo de expresión que, en mi opinión, une a los dos y se acerca a los dos: es “collage”, al menos tal como yo lo practico.

De hecho, mis collages utilizan los patrones de mis esculturas, pero en siluetas. Se relacionan con la pintura por su bidimensionalidad y color.

La idea de estos collages se me ocurrió mientras contemplaba las sombras de mis esculturas en las paredes.De hecho, parecen  esculturas imaginarias en dos dimensiones, combinadas en el espacio.

En las exposiciones conviven en armonía y complementariedad con mis esculturas, cuyo campo de expresión amplían.

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A TRAVÉS DE LAS PÁGINAS DE LOS PERIÓDICOS

En la galería Molbert se inauguró la exposición “Caminos en el tiempo y el espacio”.

“Ahora mismo, podemos explorar nuestra alma rusa secreta en la Galería Molbert. Allí se inauguró la exposición de los hermanos Hofmann, Andrei y Vladimir, escultores franceses de origen ruso. La exposición se titula “Caminos en el tiempo y el espacio”. Ilustra el destino del Hombre y su viaje, a través de esculturas de diversos formatos. Si Vladimir está más interesado en el hombre real y presente, Andrei se ocupa de su relación con la naturaleza y el universo. En ambos casos, el lenguaje artístico de los hermanos Hofmann es universal y no requiere traducción, ni hoy ni en el futuro ”. CANAL 100 TV. 9 de octubre de 2014, Últimas novedades culturales.

Exposición "Caminos en el tiempo y el espacio" - 9 al 26 de octubre de 2014  - Galería Molbert, San Petersburgo.

“Los universos artísticos de los dos artistas son como los hemisferios de un mismo planeta.

Las esculturas de Andrei Hofmann (seudónimo Sadko) son ligeras, alusivas, como si quisieran desmaterializarse en el espacio, fundirse en el universo, el mundo secreto de las sombras ...

Las esculturas de Vladimir son como siluetas, gráficos; se distinguen por su particular carga terrestre. Ya sea en la representación del tren o el laberinto, de los amantes o del hombre en movimiento, cada escultura lleva un mensaje: sobre el destino humano, el sentido de la vida, el final inevitable, el movimiento y la 'quietud ... Las esculturas de Vladimir oscilan entre el palabra y su representación, dejando que el espectador elija entre múltiples asociaciones. Si las esculturas de Andrei son inmateriales, las de Vladimir son, por el contrario, concretas e ilustran la filosofía de la vida real ”

“Cuando hablamos de escultura, fácilmente imaginamos algo monumental y masivo. Sus esculturas, por el contrario, son ligeras, son casi transparentes. A menudo vemos el patrón de las escaleras en las que, desafiando las dificultades, trepan pequeñas figuras, contornos de cabezas, dentro de las cuales también andan figuras, similares a los recuerdos de esos amigos y conocidos que pueblan nuestro pensamiento.

La idea básica de la exposición es la “ruta”. No solo el viaje que hacemos en el espacio, caminando, sino también el viaje dentro de nosotros mismos, en busca del sentido de nuestra existencia. Ruta  en el tiempo -  sueños del futuro, recuerdos del pasado, como nuestro destino. Intenta encontrar una respuesta a las preguntas fundamentales: ¿de dónde venimos, hacia dónde vamos, cuál es el significado de nuestro paso por la tierra?

Anastasia Bezgubova, miembro de la Asociación Internacional de  АICA Historiadores del arte

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Acerca de la exposición MAC 2000 -.Francois Lecomte

“Las esculturas de Vladimir HOFMANN son una ilustración del paso del tiempo. Cada uno de ellos es como un vagón en el gran tren de la vida. Las siluetas que lo habitan no son héroes, sino personas que experimentan emociones simples, como tú y como yo.

Algunos llegan, otros se van; experimentan varias emociones al mismo tiempo, como esas personas que caminan por la calle, donde unos están felices y otros tristes.

Allí está el pintor, sus modelos, bañistas, bailarines, un anciano meditando, sentado  en un banco, a la luz de una farola, una pareja de enamorados ... Cada uno es un eslabón en la comedia humana.

Las ruedas omnipresentes que las llevan simbolizan tanto la marcha del tiempo como los engranajes de la vida.

Algunas esculturas son menos "ilustrativas". Evocan la marcha del tiempo de una manera más simbólica: el hombre sube una escalera, cruza una puerta o algún obstáculo, o incluso se mueve en el laberinto de sus propios pensamientos.

Otros representan el viaje de una pequeña figura dentro de una enorme cabeza que simboliza a la Humanidad - es un paseo dentro de uno mismo, en busca de uno mismo y quizás una respuesta a preguntas existenciales: ¿de dónde venimos? a donde vamos y por que

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